Etapa 10 - Arzúa - Santiago de Compostela

Llevo dos minutos delante de la pantalla y no se ni como empezar, aunque creo que esta es la mejor forma. Tengo una sensación agridulce, y eso que no he comido en un chino... El caso es que ya estoy en Santiago y ahora estoy un poco triste porque se que esto se acaba (por ahora), pero muy contento por haberlo hecho. En fin, como en cada etapa contaré hasta lo que he desayunado para los fans de mis desayunos y bocadillos del almuerzo, jeje.

Anoche caía rendido en la cama después de cenar unos garbanzos con callos (aunque solo había uno en el plato y bastantes en el bar), un poco de carne con patatas y un yogurth. Creo que este verano no vuelvo a comer ni ensaladilla rusa, ni ternera, ni tortillas; lo digo por si alguien me invita a comer algún día... El caso es que después de la llamada de telefono nocturna me quede frito con el dedo pulgar encima del botón de Prog.+ (y es que ni los viernes echan nada interesante en la tv). Luego, sobre las 4 de la mañana oigo a un guiri que dormía en la misma pesión construída con papel de fumar. El tío se pone a hablar y ganas me han dado de levantarme a decirle algo, pero estaba tan cansado que he preferido esperar. Pero nada, el tío seguía hablando, no se si estaba hablando por telefono con alguien de su país con el movil apagado... ¡vaya voces! Casi me levanto y le pego una colleja a lo Bud Spencer que le mando a Santiago rodando como Sonic.


Después me ha costado reconciliar el sueño pero lo he hecho, y como cada mañana, sobre las 7:30 me he despertado y me he ido al bar "limpio". Lo llamo así porque la de la pensión me dijo que no fuera al de la plaza porque aunque era gente majísima, eran un poco guarros y los del pueblo ni iban... Fijate. Y ¿que he desayunado? Hay un imán en juego... Efectivamente: Zumo natural, tostadas y el... colacao.

Muy tranquilamente he recogido todo, me he vuelto a duchar porque sabía que hasta que no llegara a Madrid no lo volvería a hacer (ya ves, como si así no fuese a sudar...) y he salido a las 9:01 para ser exactos. Y dale pedales... cuesta arriba, cuesta abajo, cuesta arriba, cuesta abajo. Dicen que todo el monte no es oregáno, pero si un tobogán continuo... El caso es que había que ir despacio, cosa que en las subidas no tenía ningún problema, pero en las bajadas, con los frenos casi al límite... Menos mal que el timbre que le puse a la bici no va a pilas porque hoy las hubiera gastado (la caja). Ordas de peregrinos se acercabn a Santiago, ningún día había visto tantos, ni grupos tan grandes. Yo creo que si les meten en un prado de los que hay al lado del Camino, y les dicen que de ahí no se pueden mover, montan la de Bravehart.


Clink, clink... así todo el camino de hoy con los sube-bajas. La gente como unas maracas, sobre todo los que no llevaban peso, unos cantando, los chavalillos flirteando... Hasta que me he encontrado con un grupo muy gracioso, que a mi paso, se han puesto en un lateral y han empezado a aplaudir y jalearme (no tiene nada que ver con echarme miel encima): eh! eh! eh!, mientras daban con los bastones en el suelo al unísono. Se me han puesto los pelos de punta. (Y no tiene nada que ver con lo de Alllvaruo! Alllvaruo! que algunos conocen). Poco después me ha vuelto a pasar lo mismo con otro grupo... Lo mejor del día.


A falta de 5 km., justo al llegar al monte do Gozo, he parado a tomarme mi último almuerzo, pero no tenían tortilla, o no tenían huevos para hacermela... Asi que hoy ha tocado uno de salchichón con queso calentito y una fanta (d elos pocos sitios que no tienen kas). Y he hecho la digestión bajando a Santiago. Como mola ver la ciudad desde lo alto, más que nada porque llegas sin dar pedales. Luego he seguido por una calle en paralelo a los peregrinos para no tener que hacerlo andando y por fín me he metido en el casco histórico.

Estaba llegando, era consciente, estaba feliz pero no muy emocionado ni nada , y creo que es por la cantidad de gente que hay aquí este fin de semana, que me hacía parar, bajarme de la bici... y me han cortado un poco el rollo de entrar como tenía pensado. Bueno, y las escaleras que había, pero una vez pasadas... dale pedale... y hasta el fondo he llegado mirando de reojo la catedral; he parado al final para verla bien de frente, luego he bajado la mirada a ver si encontraba a Wally pero no ha habido suerte, asi que me he hecho unas cuantas fotos, o más bien hay que decir que me han hecho y he tenido que hablar en varios idiomas porque no he dado con ninguno que hablara castellano.


Reto conseguido. Después he ido a la tienda donde he dejado la bici para que la envien a casa. Luego he visto la cola que había para que te den la compostelana, unas dos o tres horas de cola comentaban... asi que creo que paso de ese documento, me quedo con la sensación que no ocupa sitio en casa. Luego he ido a comer a un buffet, pero vamos he comido menos que si voy de menú... y después me he tomado la primera Estrella sin limón, por recomendación de mi padre. Ahora tengo toda la tarde para hacer fotos, aburrirme un rato, y.... vale, a lo mejor compro algún imán y hago un sorteo, jejeje.

No se ve ni el final de la cola

Lo que si es cierto es que el blog no termina aquí, aun queda subir las fotos y comentarlas. Y no se si algo más, porque el Camino de Santiago 2010 si que ha terminado para mi. Aún así seguiré contando mis caídas y mis pérdidas en el blog habitual... Gracias de nuevo por estar ahí. Nos vemos pronto y en persona. Un abrazo.


Resumen de la etapa 10: 40,48 km. en 2h.53'